El páramo de Rabanal es un área estratégica en la que nacen múltiples cuerpos de agua que surten cuencas de importancia nacional como la de Magdalena-Cauca y Orinoco. Sus principales subzonas están conformadas por los ríos Suárez, Bogotá y Batá, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).
Este ecosistema irriga más de un millón de hectáreas de los departamentos de Cundinamarca y Boyacá. Aporta agua para una población estimada de 300.000 habitantes, entre los que se cuentan los residentes de Tunja. También abastece del líquido vital a cerca 1.800 agricultores y empresas en el valle de Samacá.
Rabanal es, además, fuente abastecedora de agua para las cuencas del embalse La Esmeralda, que es utilizado para le generación de energía, así como para las cuencas que surten a la laguna de Fúquene y los ríos Suárezy Moniquirá. De acuerdo con el Instituto Humboldt, por el trasvase del río Teatinos y la quebrada Cortaderal, lleva agua hacia el acueducto de Tunja. Desde ahí, a través del río Jordán, también llega agua a las cabeceras del río Chicamocha.
En los páramos de Colombia nace 70 por ciento de los ríos del país. Foto: archivo/Semana.
Dada la importancia de este complejo paramuno, que tiene una extensión de 24.650 hectáreas e involucra a 13 municipios, la Gobernación de Boyacá lanzó la estrategia "Pago por servicios ambientales", una apuesta a la conservación de los páramos colombianos donde nace 70 por ciento de los ríos del país.
“Boyacá será un departamento piloto en Colombia de este proyecto que beneficiará a 71 familias campesinas residentes en el páramo de Rabanal, que voluntariamente se comprometieron a liberar 175 hectáreas dedicadas a cultivos y, a su vez, a la protección ambiental de esta reserva natural”, indicó Ramiro Barragán, gobernador de Boyacá.